Antes de lanzar esta denominada Crosstourer, Honda ya tenía el proyecto muy bien definido, trazado por Yosuke Hasegawa, en el que preestablecía cuatro puntos vitales que debería tener el producto final: seguridad, versatilidad, comodidad e innovación. Un trébol de capacidades de obligado cumplimiento, que han sido específicamente tratados desde la base, y más teniendo en cuenta que dispone de las mejores virtudes de la deportiva turística VFR 1200 F y las últimas evoluciones de modelos como el flamante Integra.
Honda no se ha limitado en crear una trail prominente y de medidas muy amplias, sino que se trata de una moto de aspecto poderoso y protector, con unas líneas llamativas, un frontal suntuoso y, a la vez, una distribución de la agresividad desde el frontal hasta la zaga, lo que ofrece un conjunto eminentemente contemporáneo. Esta representativa carrocería es la que consigue que los dos ocupantes del ergonómico y amplio asiento, estén perfectamente rezagados de las inclemencias meteorológicas, con lo que la comodidad es uno de sus puntos más fuertes.
Debajo de esta interesante estampa se vislumbra, ligeramente, el bastidor de fundición hueca de aluminio en cuatro partes, que permite obtener un control muy preciso entre la rigidez y el peso de cada parte del bastidor, para obtener una buena maniobrabilidad con una sensación de seguridad magnífica. Y todo ello muy bien amenizado con unas suspensiones de largo recorrido (para una mayor absorción de las irregularidades), unas bellas ruedas de radios de gran diámetro (para obtener una calidad de marcha refinada), transmisión por cardán (libre de mantenimiento) y un sistema de frenado de altos vuelos, concretamente un ABS Combinado marca de la casa de gran efectividad, excelente rendimiento y gran seguridad.
El toque especial
Para conseguir que la parte central de la Crosstourer fuera cómoda y estrecha, al igual que pasa con la VFR 1200 F, se ha utilizado la misma arquitectura del propulsor de cuatro cilindros en forma de V. Eso sí, con ligeros cambios internos para conseguir un corazón poderoso y de sonido único, pero muy utilizable en toda su curva de potencia. Su cilindrada de 1.237cc ya marca la ingente capacidad de par y aceleración de este motor, pero que ve regulado su ímpetu gracias al acelerador electrónico Ride by Wire o el sistema TCS de Control de Tracción. Además, esta rutilante Honda se puede adquirir con cambio manual de seis velocidades o la interesante e innovadora transmisión automática de doble embrague Dual Clutch Transmission.
Vía: La Vanguardia