miércoles, 5 de octubre de 2011

Asturias oriental y Cantabria- V Hemisferio Norte


CRONICA DEL  V HEMISFERIO NORTE

Como todos los años y ya van cinco, los amigos del Escuter.tk nos reunimos en una localidad de la mitad Norte de España par compartir un fin de semana disfrutando de las motos, las rutas, la gastronomía, el patrimonio de la zona y sobre todo la amistad que año a año se va ensanchando.


La ruta de este año tenía base en Barro, cerca de Llanes. Nos acogía el Hotel Miracielos  , situado muy cerca de la playa del mismo nombre que no llegamos a disfrutar por falta de tiempo.




Llegaban el viernes una primera avanzadilla bravú compuesta por Quin y Dallegás, y pocos minutos después aparecíamos Migeltxo y Bob, que habíamos quedado cerca de Bilbao. Besos y abrazos, y tomamos posesión de las habitaciones donde el solícito Fernando nos hizo la estancia aún mas agradable, dándonos todo tipo de consejos sobre la ruta del día siguiente, dónde comprar queso y sidriña para el almuerzo, donde cenar en Llanes, etc., etc. Así da gusto.


Entretanto llama Delli a Migeltxo diciendo que se encuentra en Unquera y cómo llegar al hotel. Migeltxo le cuenta, pero Delli se pasa de largo y decide darse una vuelta hasta Ribadesella antes de darse la vuelta . Se pasó tres pueblos, literalmente. 



Mientras tomamos una cerveza esperando al resto de la manada se abren los cielos y cae un espectacular chaparrón, que pilla al resto de bravús y a Delli que justo se encuentra con ellos llegando al hotel. Mal rollo, si llueve el sábado tenemos que “descafeinar” la ruta ya que las carreteras de montaña no son transitables con suelo mojado. 

La llegada al hotel de parte del grupo.
Algunos planificando la ruta del sábado



Llega pues el reto de la húmeda tropa, y tras una buena ducha y ropa limpia nos vamos a cenar algo "ligerito" a un sitio que conocía Dallegás. Cocido montañés y “cachopo”, una especie de sanjacobos XXL. Menos mal que el sitio está algo lejos del hotel y damos un paseo para intentar estibar esa bomba en los sufridos estómagos. Ayudan unos cuantos gintonics servidos por el paciente Fernando, que además nos muestra su colección de rones, ginebras y tónicas hasta altas horas de la madrugada, en que consigue por fin echar de la barra a Delli y Migeltxo. Los muy cabroncetes van entonces a despertar a Bob que se había ido a dormir hacía una hora, y bueno, otra hora más de sueño a tomar por saco.


Cachopo al cabrales
El día siguiente amanece nublado pero sin lluvia, hay esperanza de mantener la ruta prevista. En el desayuno aparecen los leoneses Chispa y Dedines, que se suman a la quedada hasta el domingo. 

Dedines y Chispas

Salimos a las 11.45 y vamos lo primero a comprar viandas a Posada; quesos de tres variedades donde Luis Lobo y la sidra casera en La Favorita.
Las viandas adquiridas en Posada

Salimos después hacia  Nueva  (a la segunda, que primero nos equivocamos de carretera). Como Bob se sabe la ruta, la pintoresca caravana de Vstroms, Varaderos, RT  y otras bestias rugientes tiene que ir comandada por una modesta 250, que tiene que esforzarse a tope para que la tropa no se aburra.

El primer tramo de 24 kms es una carretera de montaña estrecha y con mil curvas, pero el piso sin gravilla aunque algo de hojarasca en tramos. Esfuerzo a tope pero merece la pena, es espectacular y divertida con suelo seco, sin tráfico. Luego tomamos ya la transitada carretera a Arenas de Cabrales, y paramos en el mirador del Pozo de la Oración, con esperanza de ver el Naranjo de Bulnes, pero no se deja. La niebla lo tapa todo, así que hacemos unas fotos de grupo y seguimos hasta Arenas, donde tomamos la carretera de Alles, otra ruta de montaña de 25 kms de curvas y mas curvas que nos vuelve a poner a tono. 









De nuevo a la carretera general y en Panes giramos al Desfiladero de La Hermida que baja hacia Potes. Estamos ya en Cantabria, y en La Hermida nos desviamos a la izquierda para tomar el Collado de La Hoz hacia Puentenansa, espectacular subida por el desfiladero con revueltas de tremendo desnivel que hacen sufrir los embragues, pero babeamos con el paisaje.
Al poco tiempo, en Piñeres, tomamos la estrecha pista que muere en el Mirador de Santa Catalina, el clímax paisajístico de la ruta, balcón privilegiado al Desfiladero que acabamos de subir. Sacamos el queso y la sidriña, y con la ayuda de Dedines que siempre lleva un Leroy Merlin en la Burgman , abrimos las botellas y cortamos el queso mientras varios buitres leonados nos vigilan.


Mirador de Sta. Catalina

Desfiladero de la Hermida

Un receso para reponer fuerzas


Bajamos y cruzamos el collado hasta Puentenansa, y de allí volvemos a cambiar de valle y subimos la Collada de Carmona, parando en un mirador a ver el valle y el pueblo de Carmona, de nuevo espectacular vista. Entre tanto vemos que baja por el puerto una vieja BMW R100 de carreras y su piloto con gafas de aviador como salidos de otro tiempo, que nos saluda y baja a todo gas.

Carmona

El piso es bueno y disfrutamos de nuevo. Cruzamos y bajamos al valle de Cabuérniga, donde llegamos puntuales a Sopeña a comer en El Tentirujo un estupendo menú por 15 euros .
Pote montañés

El cielo se nubla otra vez pero la lluvia nos respeta, así que avanzamos un poco hacia Ruente a ver la Fuentona. Avanzamos….o casi no, que a Dedines no le arranca la Burgman, y mirando aquí y allá resultó ser el interruptor que lleva la maneta de freno izquierda, que no hacía buen contacto y no funcionaba el arranque. Pan comido, una vez descubierto el asunto, porque Dedines ya estaba disponiéndose a desmontar la moto...
En Ruente, paseíto a bajar la comida a ver el nacimiento de La Fuentona, ese tremendo caudal que sale debajo de una peña para unirse al río Saja, y que a veces le da por secarse durante unas horas. Fotos desde el puente romano, risas, etc. y salimos ya hacia de vuelta al hotel, pero una parada no programada a repostar hace que se rompa el grupo y Dedines, Chispa y Perla que va a buscarles hacen la vuelta solos por la nacional, el resto por la autovía.





En el puente de la Fuentona


 Ducha, y atras deliberar vuelta a coger las motos a cenar a Llanes en la sidrería El Almacén, consejo de Fernando el del hotel. Quin decide quedarse y descansar, se le han acabao las pilas. Cenamos a la fresca y pedimos raciones para parar un tren, juer, si es que no paramos de comer como animales, pero es que está todo tan rico…

Breve ruta nocturna de vuelta al hotel, y pocas copas de noche que estamos “doblaos” y ya nos faltaba sueño. 



El Domingo con Rufowin y su hijo en la entrada del Hotel.
El domingo sale soleado. Vienen de visita Rufo y su hijo, que hacen de “cicerones” para la ruta turística de antes de comer en Villaviciosa. Abandonamos el plan de ir a Gulpiyuri y a los Bufones por estar la marea baja y el mar en calma, y nos guían hasta Lastres, pasando por Rivadesella, de la que huimos ya que está todo el tráfico cortado por un maratón. Allí nos despedimos de Chispas y Dedines, y seguimos por unas divertidas curvas hacia Lastres, donde paramos en la playa a juntarnos con Rafa, Ana, Manu y Rosa que vienen en lata desde Bilbao.

Puerto de Lastres

En el Puerto de Lastres
 Bajamos a ver el puerto, y enseguida salimos ya hacia Villaviciosa, donde también aparecen para comer Rios y Angela, que no venían en moto por prescripción facultativa.

Comida en la sidrería Bedriñana, más fabes, a las que ya empezamos a llamar KERS por su fuerte poder impulsor durante todo el fin de semana…
Acaba ya Hemisferio, despedidas y cada mochuelo a su olivo.
GRACIAS a todos los asistentes por los buenos momentos y el buen ambiente, ¡ así da gusto !

Crónica: Bob (Escuter.tk)
Fotos: Quin y Escuter.tk

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