La última salida que realicé con los compañeros del MC Os Bravús, a O Courel, a la vuelta a casa nos pilló la cola de una tormenta que se había desplegado en la Costa Atlántica y que había sido anunciada con Alerta Naranja. Por suerte para nosotros la tormenta amainó a partir de la tarde pero según ibamos acernándonos a La Comarca del Deza, la lluvia y el viento aumentaban de intensidad lo que hizo que el grupo se disgregara. El motivo es que si en seco no todos conducimos igual, en mojado mucho menos. Había gente que no estaba acostumbrada a conducir en esas condiciones, para otros la lluvia supone un problema y los menos aunque acostumbrados a pelearse con las inclemencias del tiempo, también tomamos nuestras precauciones.
Leyendo el blog de mi amigo PoluxCriville entendí que su post sobre la conducción en mojado, venía al pelo para éstas y otras situaciones parecidas. En su contenido encontraremos prácticas recomendaciones de Pere Casa de www.motociclismo.es/ que considero muy instructivas.
---------------------
Atículo de Pere Casas
Una de las situaciones más incómodas y que entraña más
riesgo al montar en moto, es cuando el asfalto está mojado debido a la lluvia.
En condiciones de lluvia la adherencia se reduce a un tercio
aproximadamente en comparación con asfalto seco. Influye mucha también la
capacidad de drenaje del pavimento, la cantidad de agua, la suciedad disuelta
en ella y el tipo de neumático. Pero la regla de oro cuando llueve es “frenar
recto y trazar suave”.
Nada de maniobras más bruscas de la cuenta que pongan en
problemas el agarre disponible: Trazar fino, inclinar, frenar y dar gas con
total delicadeza, se impone como una norma básica.
Es muy importante también pensar y anticipar tus
trayectorias en curva y cambios de trazada de manera que la moto se mantenga lo
más vertical posible y lo haga durante más tiempo. Esto será garantía para que
los neumáticos tengan el máximo agarre y den mayor capacidad para aceptar
esfuerzos en frenada, aceleración y adherencia lateral.
En agua frena siempre con la moto lo más derecha posible,
para que, si se produce un deslizamiento, puedas recuperarla de alguna manera.
El freno delantero es más crítico por lo que podemos usar algo más el freno
trasero, pero sobre todo hazlo siempre al entrar en zona húmeda con el objetivo
de tantear el agarre disponible.
Cuidado también con el peligroso «aquaplaning». La sección
real en contacto con el suelo en una moto es muy pequeña, de modo que para
nosotros es comparativamente más difícil que para un coche que ocurra pero no
imposible.
El «aquaplaning» se produce cuando la presión de la rueda no
es capaz de romper la película o capa de agua sobre el asfalto, de modo que se
pierde el agarre y la goma desliza sobre una capa intermedia de agua. Si ello
ocurriera, lo mejor es no hacer nada hasta que la moto recupere el agarre por
sí sola: no frenar, no girar, e intentar dirigir la moto hacia alguna zona
menos encharcada y peligrosa.
-Recuerda que:
-El peor enemigo bajo la lluvia no es el agua, sino la mala
visibilidad. También la de los coches, que van con los cristales empañados, así
que mucha precaución y anticipación.
-No hay que tener el miedo al agua. Tómate tu tiempo en ir
cogiendo el ritmo y encuentra el tuyo, en el que vayas cómodo.
-Pase lo que pase, bajo la lluvia, debes aceptar que irás a
un ritmo más lento, conduciendo mucho más suave y con mayores márgenes.
-Fallos habituales:
-Olvidar que un buen equipamiento no es sólo para no mojarse.
También, y sobre todo, mejora nuestra seguridad activa –no se nos empaña el
casco, por ejemplo– y nos hace conducir cómodos y por ende más seguros.
-En tiempo intermedio y en montaña, ya con asfalto semiseco,
olvidar que al entrar en una zona umbría a resguardo del sol puede
sorprendernos la humedad.
-No poner a prueba el agarre real del asfalto sobre el que
circulemos tanteando con el freno trasero para evitar sorpresas ante
emergencias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario