Llega el invierno y muchos motoristas guardan su motocicleta
hasta la llegada de la primavera. En estos casos, es importante tener en cuenta
una serie de precauciones para evitar que la motocicleta sufra un deterioro
prematuro de alguno de sus componentes.
A continuación te indicaremos unos sencillos pasos para que
puedas almacenar correctamente tu moto durante el invierno y asegurarte así que
esté totalmente preparada para reanudar la marcha en primavera. Recuerda que,
además de estas recomendaciones, también puedes consultar el Manual del
Propietario de tu moto.
Para asegurar el almacenamiento adecuado, sigue lo
siguientes consejos en el orden en que se presentan.
UBICACIÓN
• El vehículo debe guardarse en una zona que esté seca y
segura, alejada de la intemperie, pero que sea accesible y cómoda a la hora de
realizar los controles periódicos. También es importante almacenar el vehículo
en una zona donde no haya variaciones de temperaturas bruscas.
• Lo mejor es evitar almacenar la moto cerca de las
ventanas, ya que la luz ultravioleta puede afectar a la pintura y a los
componentes plásticos. Además, la luz del sol directa podría aumentar la
temperatura ambiente de la zona de almacenamiento, favoreciendo la condensación
de agua.
• Una vez se haya escogido la ubicación ideal para guardar
la moto, lo más indicado es cubrirla con una funda especial para motocicletas
que sea transpirable, puesto que si se cubre con lonas plásticas o con sábanas de algodón, atrapan
humedad y en consecuencia fomentan la aparición de óxido.
LIMPIEZA DE LA MOTOCICLETA
Antes de guardar la motocicleta será oportuno limpiarla,
sobre todo si ha circulado por carreteras con sal. Para una limpieza óptima
existen productos específicos para motocicletas totalmente recomendables.
Una vez limpia y seca, lo más recomendable es aplicar un
spray abrillantador para metales y plásticos y pulimento, consiguiendo de esta
manera crear una capa protectora repelente al agua y que protegerá las piezas
tanto metálicas como plásticas de los rayos ultravioletas. Todas las partes
pintadas deberían encerarse para prevenir la oxidación, aplicando aceite
anticorrosión a todas las zonas cromadas (no deben utilizarse productos que
contengan cera en las partes pintadas en mate).
Recuerda que no debes emplear productos con ceras en el
asiento puesto que lo impregnarías de una capa resbaladiza que afectaría
negativamente a la conducción.
ACEITE DEL MOTOR
Aunque el aceite no haya cumplido todavía el intervalo de
Km. o tiempo que la marca recomienda para su cambio, es recomendable cambiarlo
si pretendemos almacenar la motocicleta durante todo el invierno. De lo
contrario, los residuos de la combustión pueden producir ácidos en el aceite
que podrían corroer las piezas del motor.
Para realizar un correcto cambio del aceite, debemos
arrancar el motor y dejarlo funcionar hasta que alcance la temperatura normal
de funcionamiento. Tras esto podremos proceder a cambiar el aceite del motor y
el filtro siguiendo las instrucciones del Manual del Propietario. El aceite y
filtro usados deben desecharse en un gestor de residuos autorizado siguiendo la
normativa medioambiental.
SISTEMA DE COMBUSTIBLE
Las operaciones de mantenimiento relacionadas con el sistema
de combustible son diversas en el caso de motores alimentados por carburador o
por un sistema de inyección.
Para motocicletas equipadas con carburador.
Es recomendable vaciar el combustible que se concentra entre
el grifo y los carburadores. Para ello será necesario cerrar el grifo de
combustible mientras el motor está en marcha hasta que éste se pare. Con esta
operación evitaremos que se acumulen residuos derivados de la evaporación de la
gasolina que llegarían a obstruir los conductos del carburador.
Para motocicletas con muchos años a sus espaldas, es también
recomendable vaciar toda la gasolina del depósito de combustible para evitar
que llegue a oxidarse, puesto que en tal caso, el óxido llegaría a obstruir los
conductos del carburador.
Para asegurar el mantenimiento del depósito de combustible,
una vez vaciado se debería rociar ligeramente el interior con un agente
combustible soluble antioxidante (la gasolina es extremadamente inflamable y
explosiva, por lo que hay que tomar las precauciones necesarias para evitar
sufrir quemaduras o heridas graves al manipular combustible).
Para motocicletas equipadas con un sistema de inyección.
En estos casos, la fórmula más apropiada para asegurar el
mantenimiento del sistema de combustible es llenando completamente el depósito
con combustible nuevo. El nivel apropiado es sólo hasta la parte inferior del
cuello de llenado del depósito.
A partir de las 4 a 6 semanas de almacenamiento, se
recomienda añadir un estabilizador de combustible antes de llenarlo de gasolina
con la finalidad de evitar el envejecimiento del combustible y una consecuente
obstrucción de los conductos.
SISTEMA DE REFRIGERACIÓN
Si se va a guardar la motocicleta más de seis meses, lo más
seguro es drenar completamente el sistema de refrigeración siguiendo los
procedimientos descritos en el Manual del Propietario o bien en el Manual de
Taller. Con esta operación evitaremos la formación de corrosión durante el
almacenamiento. Después de drenar el sistema es importante colocar una etiqueta
de aviso a modo de recordatorio.
Si el líquido drenado es nuevo o tiene poco uso, se puede
guardar en un recipiente hermético.
Para rellenar el circuito, lo más oportuno es emplear un
líquido refrigerante específico. De todos modos, si este requiere una mezcla
con agua, sólo emplearemos agua destilada ya que el agua del grifo y también la
envasada, contiene minerales que pueden reaccionar con componentes de aluminio
del motor y el radiador, causando corrosión y la posterior obstrucción de
conductos.
Recuerda
El refrigerante es muy corrosivo y debe desecharse de
acuerdo con la normativa medioambiental en un gestor de residuos autorizado.
Revisar el manual de propietario de tu motocicleta.
Habitualmente el líquido refrigerante debe ser sustituido a los dos años o
36.000 Km.
BATERÍA
Se recomienda retirar la batería de la motocicleta (hay que
leer toda la información sobre la carga en el manual del propietario, en la
batería, y las instrucciones que vienen con el cargador de batería que se va a
utilizar).
Si la batería es del tipo con mantenimiento, hay que
comprobar el nivel del electrolito, añadiendo agua destilada en cada vaso hasta
que llegue a la marca de nivel. No emplees agua del grifo, ni tampoco envasada
puesto que se acortará la vida de la batería considerablemente.
Si se trata de una batería sellada, en ningún caso
trataremos de extraer los tapones para añadir agua destilada.
A continuación, será necesario efectuar una carga de la
batería empleando un cargador con una relación de carga que sea el 10% del
Amperio/Hora (Ah). Por ejemplo, si la batería es de 16 Ah, la velocidad de
carga no debe superar los 1,6 amperios. La mayor velocidad de carga hará que la
batería se sobrecaliente.
Si empleas un cargador específico para baterías de
automóvil, mucho más potente que el que precisa una motocicleta, podrás dañar
la batería.
Para el almacenamiento y carga de la batería, deberemos
efectuarlo en un lugar bien ventilado. Se recomienda comprobar la carga de la
batería cada dos semanas.
PREPARACIÓN PARA EL ALMACENAMIENTO FINAL
Como últimos pasos verificaremos y ajustaremos la tensión de
la cadena de transmisión y aplicaremos el lubricante correspondiente. Recuerda
que la forma de engrasar la cadena es justo al acabar de rodar. Tras comprobar
que la presión de los neumáticos es la correcta, ya podremos colocar el vehículo
en el lugar de almacenamiento escogido. Te recomendamos verificar la presión de
los neumáticos de forma periódica puesto que una ligera pérdida de presión
podría provocar que el neumático llegue a deformarse con el tiempo. Lo más
indicado es colocar el vehículo sobre el caballete central (si lo equipa) y
poner un bloque debajo del motor para que la rueda delantera no toque el suelo.
Por último, colocaremos la funda de moto especial transpirable para guardar la
moto durante todo el invierno.
PREPARÁNDOSE PARA LA CONDUCCIÓN
Antes de empezar a circular una vez pasado el invierno,
habrá que revisar los neumáticos en busca de grietas o fisuras en las zonas
laterales y, si las hay, lo más recomendable es cambiar los neumáticos.
Si no se ha encontrado ningún deterioro, comprobaremos la
presión para asegurarse de que está según lo recomendado en el Manual del
Propietario.
A continuación, hay que lubricar la cadena de transmisión.
Si se ha drenado el radiador, habrá que rellenarlo.
A pesar de que se ha cambiado el aceite del motor antes de
guardarlo, podemos cambiarlo de nuevo si el vehículo ha sido almacenado durante
más de cuatro meses, ya que una pequeña cantidad de aceite que queda en el
motor en los cambios de aceite anteriores puede crear residuos corrosivos
durante el almacenamiento.
Limpiaremos los bornes de la batería con un cepillo de púas
y los cubriremos con grasa dieléctrica. Entonces, volvemos a instalar la
batería.
También deberemos limpiar los discos de frenos por ambas
caras con el producto específico.
Antes de comenzar a rodar a mayor ritmo, comprobaremos que
todo va bien con una circulación a bajas velocidades y revoluciones.
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