-Moto Guzzi NTX Stelvio 1200 4V
La Moto Guzzi Stelvio ya es un producto maduro. Llegó en
2008 y el año pasado fue renovada y afinada, aunque siempre fiel a sus
principios. Así, recibió un nuevo semicarenado con el objetivo de mejorar la
protección a su piloto, un enorme depósito de más de 32 litros de capacidad con
el que consigue una autonomía muy elevada y cambios en el motor para mejorar su
funcionamiento e incrementar el rendimiento.
Comprobando su diseño, está claro que en su punto de mira
está la BMW R 1200 GS y la verdad es que sus características técnicas tienen
también muchas similitudes, porque, entre otras cosas, también cuenta con un
gran bicilíndrico con el cigüeñal longitudinal, embrague monodisco en seco,
refrigeración por aire, etc.
Quizá en cuanto a funcionamiento y rendimiento no alcanza el
nivel de la alemana, pero la verdad es que la Stelvio es una maxitrail muy
robusta que sorprende por un elevado confort de marcha y por un paso por curva
muy aplomado. También es cierto que es una moto que requiere un cierto tiempo
de adaptación para conocer sus reacciones y poder aprovecharla al máximo.
En el rodillo del banco de potencia ha sido la más discreta
en cuanto a cifras, pero en la práctica no desmerece y su motor, sin demasiada
alegría a alto régimen, destaca por un carácter musculoso en «bajos» y
«medios».
Para esta comparativa hemos contado con la versión NTX, más
preparada para la aventura, pues ofrece un mayor equipamiento que la versión
básica, aunque para las fotos la hemos utilizado sin las maletas que incluye de
origen para igualarla con sus rivales. De todos modos, la Stelvio más económica
tiene las mismas características técnicas y ya cuenta con un equipamiento muy
elevado, pues de serie incluye ABS y control de tracción, como la Honda, la
Triumph y la Yamaha.
Como buena maxitrail, esta italiana es voluminosa y su peso
es elevado, pero sus medidas externas no son especialmente desproporcionadas y
su asiento es bajo. De este modo, es fácil acceder a ella, y aunque desde el
principio se siente particular, la verdad es que sorprende.
A baja velocidad, la Moto Guzzi Stelvio no es especialmente
ágil, pero su manillar es muy ancho y te ayuda a controlar bien las maniobras.
Después, a medida que aumentas el ritmo y que te vas acostumbrando a las
reacciones de su transmisión por cardan, la verdad es que sorprende por su
aplomo y buen paso por curva, siempre que sacrifiques un poco a la entrada y le
des tiempo para que su horquilla se recupere. Entonces te sorprenderá.
LO MEJOR
Ergonomía y protección.
Autonomía y equipamiento.
LO PEOR
Rendimiento discreto.
Reacciones especiales.
Como la Crosstourer, la Tiger Explorer es una novedad 2012,
pero la inglesa es nueva en su totalidad y no hereda ningún componente de sus
hermanas. Hacer una moto totalmente nueva y acertar a la primera no es una
tarea fácil, pero, ahora que la hemos probado y comparado, podemos confirmar que
Triumph lo ha conseguido.
Observando la Tiger Explorer, salta a la vista que la
fábrica de Hinckley ha analizado muy bien a la R 1200 GS a la hora de
desarrollarla. Así, muchos aspectos como pantalla frontal, asiento, subchasis,
parrilla portabultos o cardan articulado,nos recuerdan inevitablemente a la
maxitrail alemana. Aunque se puede confirmar que el equipamiento de serie de
esta británica es el más alto, porque incluye hasta control de velocidad
automático.
Desde los primeros metros que recorres a los mandos de la
Tiger Explorer, lo que más llama la atención es su carácter rutero, con una
ergonomía muy acertada, un confort de marcha muy elevado y un funcionamiento
realmente suave, tanto, que a veces te puede llegar a resultar un poco anodina.
Pero nada más lejos de la realidad, porque cuando empiezas a aprovechar su
poderoso motor, te das cuenta que es la más generosa en cuanto a rendimiento,
(hasta 120 CV en el banco) pero hace todo tan bien y es tan confortable, que no
eres del todo consciente de sus excelentes aptitudes si no la compras
directamente.
Si hay una palabra que define a la Tiger Explorer, es la de
equilibrio. Por peso se encuentra por encima de la media del segmento, pero su
asiento no se eleva demasiado y resulta sorprendentemente fácil maniobrar con
ella a baja velocidad. Su dirección gira con rapidez y sin requerir apenas
esfuerzo por nuestra parte, y ello se agradece a la hora de convivir con la
inglesa de forma prolongada.
Otro aspecto muy logrado es el tacto de sus mandos.
Acelerador, embrague y caja de cambios funcionan con suma corrección y operar
sobre ellos con continuidad no se traduce en fatiga física para nosotros.
También el funcionamiento está muy logrado y su propulsor tricilíndrico, además
de ser el más poderoso, trabaja de forma muy constante, sin mostrar el más
mínimo altibajo en toda su banda de utilización (la más amplia).
Por otro lado, el tarado de las suspensiones apuesta más por
la comodidad, que por la deportividad, pero aún así esta Triumph te permite una
conducción alegre sin apenas sobresaltos.
LO MEJOR
Suavidad y alto rendimiento.
Ergonomía y equipamiento.
LO PEOR
ABS demasiado intrusivo.
Estética poco personal.
Si existe una denominación que evoca a la aventura y a los
largos viajes africanos, esa no es otra que la de Super Ténéré. Yamaha puso en
escena una totalmente nueva maxitrail en 2010, aunque para bautizarla recurrió
a un nombre que tenía guardado y registrado, que en un pasado no muy lejano
había ido acompañado de éxito comercial y de triunfos deportivo.
La marca de los diapasones tenía muchas esperanzas
depositadas en la Super Ténéré, pero han pasado ya dos años y la realidad no ha
acompañado a las buenas expectativas generadas por este modelo antes de su
llegada. Aparentemente lo tiene todo para convertirse en una moto popular, pero
las cifras de ventas no lo han corroborado. Parece ser que no ofrece todo lo
que piden los clientes de este tipo de motos.
Su motor es un gran bicilíndrico en línea de última
generación por tacto y funcionamiento, pero en él se echa de menos un poco más
de «pegada» cuando pretendes apretar el paso. A ritmos suaves funciona de forma
agradable, pero si es verdad que cuando enroscas su acelerador al máximo, no
recibes todo lo que esperas de un propulsor así. Incluso ofrece dos modos
(Sport y Touring), pero entre ambos las diferencias son poco apreciables.
También incluye control de tracción, ABS y unas suspensiones
con muchas posibilidades de regulación. Además, está muy bien hecha y posee
ciertas aptitudes off road (algo menos que la KTM), pero aún así no ha
conseguido calar hondo entre el público.
Ergonómicamente, como el resto de las maxitrail, es una moto
acertada, aunque su caso digamos que todo está muy a mano y la posición que
adoptamos a sus mandos es tremendamente acertada. Quizá el accionamiento de su
embrague es algo duro para un uso muy continuado. También la dirección se
siente un poco pesada al realizar maniobras a baja velocidad, pero a medida que
aumentas el ritmo los «kilos» parecen desaparecer y la conducción se va
haciendo más sencilla, aunque sin llegar a ser tan ágil como lo pueden ser la
BMW o la Triumph.
Las suspensiones con los tarados de serie son algo blandas
al realizar una conducción con cierta agresividad, pero en cambio son muy
absorbentes y nos permiten circular por carreteras bacheadas con mucha
seguridad. Por otro lado, conviene destacar que actualmente se encuentra en
promoción y su precio está por debajo de los 14.000 euros. Una cifra
interesante de acuerdo a todo lo que nos ofrece.
LO MEJOR
Equipamiento y acabados.
Precio y confort de marcha.
LO PEOR
Motor perezoso a alto régimen.
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