Parece que el mercado de los Maxi-Scooter se ha convertido en la gran apuestas de las marcas de moto. BMW con su C 600 Sport y GT , Yamaha con la remodelación de la T-Max, Kymko con la My Road, Aprilia con la RSV 4........
Con este panorama, Honda no iba a ser menos y ha presentado en el EICMA 2011, la INTEGRA. Maxi Scooter de 670 cc." Detrás del proyecto de la Integra está Masanori Aoki (proyect leader). Aoki y su equipo han conseguido con la Integra reunir lo mejor de dos mundos: la facilidad de conducción de un scooter automático con el feeling y prestaciones de una motocicleta con ruedas de 17” y un motor bicilíndrico de nueva generación. Un nuevo concepto con resultados sorprendentes. El motor, suave y progresivo, con el doble embrague (DCT) de segunda generación, que mejora notablemente con respecto a la versión anterior, especialmente en la suavidad en las reducciones, se ha montado sobre un chasis de tubos de acero huyendo del sistema que se suele utilizar en los scooters en los que el motor bascula. Las ruedas de 17" y unas suspensiones convencionales que un scooter no puede ofrecer transmiten las sensaciones de una motocicleta. Sin embargo, en la Integra hallamos aspectos prácticos a los que muchos usuarios no están dispuestos a renunciar, como la capacidad de carga, la posibilidad de guardar el casco bajo el asiento, una pequeña pero agradecida guantera o un depósito de combustible de gran capacidad.
La posición de conducción de la Integra es confortable y la primera impresión que causa es que uno se encuentra sentado sobre un scooter convencional. Asiento abatible de generosas dimensiones, distancia al suelo aceptable para conductores de media estatura, mandos e interruptores bien situados y los pulsadores del cambio y modo (manual o automático) al alcance de los dedos. Los pies sobre las plataformas quedan ligeramente adelantados y las rodillas flexionadas, y no tocan con la parte interior del escudo frontal. Hasta aquí, ésta es la posición convencional de un scooter. Pero las sensaciones que transmite la Integra en orden de marcha son otras incluso para motoristas convencionales sin experiencia previa en scooters.
Los motoristas suelen sentirse extraños con los pies adelantados y el trasero retrasado, y su reacción sobre un scooter suele ser tratar de cargar más peso en el tren delantero porque éste, especialmente a alta velocidad, suele transmitir ligeros movimientos. Esta sensación de ligereza en el tren delantero propia de un scooter no se percibe en la Integra por varios motivos. En primer lugar, debido al diseño y posicionamiento del propulsor y centralización de las masas. En segundo lugar, porque el diámetro de las barras de la horquilla delantera (41 mm) es propio de una moto y no de un scooter. Lógicamente la geometría tiene gran parte de responsabilidad en este sentido y, desde nuestro punto de vista, el hecho de que la horquilla digamos convencional (de moto, no de scooter…) disponga de una doble tija (moto, no scooter…) resulta definitivo. Otro aspecto diferencial si estuviéramos hablando de un scooter y no de una moto, es que el motor no bascula, algo habitual en un scooter tanto en las aceleraciones como en las deceleraciones. Volvemos a buscar la explicación en el tipo de chasis y la ubicación del motor propia de una motocicleta.
Su posicionamiento, el disponer de un basculante convencional (moto, no scooter…) y una cadena de transmisión secundaria permiten montar un amortiguador convencional sobre un sistema de bieletas de progresión variable que es capaz de leer y absorber con precisión las irregularidades del terreno. Entre curvas, la Integra es fácil de conducir y mantiene la trayectoria con fidelidad, sin ciertos movimientos que suelen darse en los scooters de gran cilindrada a la hora de abrir el puño de gas cuando están inclinados.
La frenada está a la altura del conjunto y el sistema combinado con ABS es efectivo, al dar la sensación de ser más modulable el freno trasero que se acciona con la maneta izquierda y que también actúa ligeramente sobre el freno delantero. El ABS apenas es perceptible en una superficie seca, pero se deja notar en superficies resbaladizas o mojadas.
La Integra ofrece en carretera abierta una sensación de estabilidad de motocicleta que no corresponde a su posición de conducción con los pies adelantados y una buena protección aerodinámica.
Para poder ofrecer las ventajas de un scooter y las prestaciones y sensaciones de una motocicleta, en Honda han tenido que diseñar un nuevo motor que también se adaptará a otros modelos de la marca. Se trata de un bicilíndrico en línea de 670 c.c. de refrigeración liquida y mucha personalidad, que cuenta también con la segunda generación del sistema de transmisión de doble embrague que conocimos en la VFR 1200 F. Gracias a este sistema, la Integra puede ser una motocicleta completamente automática si se desea (scooter…) o bien con cambio manual a través de dos pulsadores situados en la piña izquierda del manillar. En el modo automático dispone de una opción deportiva (Sport) y otra (D) que se muestra más apropiada par circular por carretera general o autopista en modo ahorro de combustible.
Un aspecto que llama la atención es que en el modo automático, el nuevo sofware permite pulsar el cambio secuencial en ciertas situaciones, como en el caso de estar conduciendo por una carretera de curvas y querer reducir marchas manualmente. A la salida de la curva y en la fase de aceleración, volverá a insertar las marchas de forma automática. ¿Una moto inteligente?, tal vez sí, pero en cualquier caso una moto inteligente que permite al conductor tener sensaciones propias de una moto, como el momento de entrada del efecto freno motor aun en el modo automático. ¿Moto?, ¿scooter?, lo mejor de dos mundos…
La respuesta del motor es suave, agradable y progresiva. Resulta evidente que los ingenieros de Honda han focalizado su trabajo en buscar una buena respuesta a bajo/medio régimen, además de que se ha puesto especial interés -como debe de ser en cualquier propulsor de nueva generación- en que tenga un bajo consumo y que sea lo más respetable posible con el medio ambiente. Su consumo está por debajo de los cuatro litros a los 100 km. El tacto el motor es bastante especial y, siendo suave y progresivo, demuestra tener carácter propio. No es un motor eléctrico, aburrido, sino que, para diferenciarse de los propulsores habituales en los scooters, el de la Integra proporciona un tacto propio de algunos V-twin de la marca, como el de la Transalp XL 700 V. Gracias a un sistema con el cigüeñal con las muñequillas desfasadas 270º y los intervalos irregulares de encendido, ofrece unas pulsaciones que le imprimen un carácter que no es habitual entre los grandes scooters.
Pero esas sensaciones propias de una bicilíndrica conviven en el aspecto práctico, con las ventajas que supone en cuanto a comodidad y facilidad de conducción, con la posibilidad de disponer de un cambio completamente automático con dos modos: S y D. El primero es más deportivo y permite unas aceleraciones más brillantes, además de un punch excitante que no tiene el modo D. Éste es más adecuado para carretera general o autopista y con él se consigue un consumo muy reducido. Es importante señalar que en este modo D, circulando por ciudad y por tanto acelerando y desacelerado continuamente, al reducir el sistema de doble embrague es más arisco que si se usa el modo Sport, todo un ejemplo de suavidad. Pero hay que tener en cuenta que el modo D es el recomendado para circular por carretera, autovía o autopista en modo “ahorro de combustible”. En definitiva, Honda propone con su Integra una nueva alternativa en la que felizmente conviven las características de una motocicleta con el sentido práctico de un scooter.
Cautivará a un amplio número de usuarios por su facilidad de conducción, estabilidad, seguridad de la parte ciclo, en perfecta armonía con un propulsor suave y brillante.
Se fabricará una versión de 38,1 kW y un par motor de 62 Nm a 4.750 rpm, y una segunda versión que se anticipa, menos en España, a la normativa europea 2013 de A-2 que rendirá 35 kW y 60 Nm de par a 4.750 rpm.
No se nos ha comunicado todavía el precio final, pero la intención de Honda es que en España esté por debajo de un megascooter que fabrica Yamaha, en una clara demostración de que la Integra quiere competir, con una buena dosis de argumentos a su favor, con el Tmax.
Fuente: Motos.net